Usar un grifo sin tener que usar las manos y además de eso, ser capaz de ahorrar agua es ahora posible en muchas casas. Ahora puedes instalar este sistema tú mismo en el baño o en la cocina.
sensor de infrarrojos de proximidad para un grifo
Es relativamente fácil hoy en día conseguir este tipo de productos por internet. Aunque la idea no es completamente nueva, existen modelos probablemente bastante interesantes por su precio y características que otros. Por apenas unos 30,00 € es posible obtener un sensor de infrarrojos para tu grifo.
Estos modelos cuentan con un sensor de infrarrojos incorporado que detecta el movimiento y luego deja que el agua fluya. Si pones las manos bajo el grifo, el agua correrá hasta que las retires. Esto no sólo te ahorra el movimiento de una mano, sino que a la larga supondrá un ahorro en el consumo de agua. Con estos dispositivos haces un consumo más responsable de este bien tan preciado.
Sin embargo, hay veces en las que se necesita agua corriente todo el tiempo, por ejemplo para llenar un vaso/botella. Esto también puede hacerse moviendo el segundo sensor, dispuesto lateralmente. Mientras se mantiene la mano frente al sensor, el agua fluye hasta que se desactiva de nuevo el sensor.
Instalación
La instalación se realiza fácilmente en unos pocos pasos. Según la descripción del fabricante y la tienda, la instalación es «tan fácil cualquiera puede hacerlo». Con esta declaración, es evidente que el producto se vende con bastante más facilidad. En pocas palabras: la instalación no es realmente complicada.
Encontrarás una herramienta incluida en el embalaje para colocar y retirar el sensor de infrarrojos. Además, si el grifo tiene su propio accesorio (por ejemplo, una boquilla aireadora), que debe ser retirado, hay un total de tres pasos involucrados. Si el grifo tiene un accesorio, necesitará una llave para retirarlo. No debería suponerte más de 5 minutos instalarlo.
Se incluyen seis adaptadores diferentes para que haya al menos un adaptador adecuado para cada grifo. Hay tres adaptadores de rosca externa y tres adaptadores de rosca interna, dependiendo del grifo solo tienes que elegir el que se adapte a tus necesidades.
Una vez que todo esté listo, se puede montar el soporte del sensor. Para ello, debe ser atornillado firmemente con la mano, y posteriormente apretar con la herramienta que se proporciona. Como el objeto es de plástico, es un poco más difícil apretarlo correctamente.
El agarre de la herramienta no es de una calidad excepcional… y por lo tanto, hay que tener cuidado de que el sensor de infrarrojos no se retire y se vuelva a colocar con demasiada frecuencia.
El grifo de agua debe estar abierto para que el sensor funcione correctamente. El dispositivo en sí funciona con una batería recargable que se recarga a través de un cable micro-USB. Según el fabricante, la batería dura hasta seis meses.
Utilidad
Deberías elegir el modelo que se adapte mejor al grifo del baño o la cocina. En blanco, el adaptador es un poco más bonito y discreto que la mayoría de las alternativas de acero inoxidable, pero no hace que el grifo se vea más bonito. Por supuesto, debes también asegurarte de que tienes suficiente espacio en el lavabo el fregadero. De que hay suficiente espacio para lavarse las manos o para limpiar los que necesites. Es evidente que el dispositivo supone una reducción del espacio disponible.
No podemos estimar si el ahorro de agua representa el precio de compra. Sí, corta el agua después de su uso, es verdad, pero un calentador de agua funciona permanentemente. Así que si ahorras agua, aún así gastas un poco más en el flujo del calentador de agua.
Los sensores funcionan bien. Están haciendo lo que se supone que deben hacer y el agua se detiene inmediatamente, o fluye hasta que vuelvas a activar el sensor.
Consideraciones finales
El sensor de infrarrojos es una buena idea para simplificar aún más el uso de un grifo. Lo que se necesita, sin embargo, es un gran fregadero y un gran grifo, con espacio disponible suficiente.
Puedes ahorrar dinero con la tecnología de sensores si tienes una línea de agua caliente y fría en lugar de un calentador de agua. De lo contrario, la calefacción permanente, porque el grifo de agua debe estar siempre abierto, aumenta el consumo de electricidad.